Se trata de un nuevo formato de tarjeta SIM cuya principal particularidad es su tamaño, menos de 1 milímetro cuadrado, y que estará integrada en el procesador en lugar de ocupar un espacio en la placa base.
La nueva SIM se ubicará dentro del sistema en un chip (SoC), el circuito integrado dentro del dispositivo, donde se colocan los elementos electrónicos que hacen posible que el teléfono funcione.
Pero ¿que evolución supone la nueva iSIM con respecto a la SIM actual?
Como ya hemos comentado anteriormente, el tamaño es a simple vista una diferencia importante. Esto va permitir su integración en dispositivos en los que antes no era posible como tablets o smartwatchs.
El reducir las dimensiones de la SIM permitirá que sea mucho más segura, ya que evitará en gran medida que se extravíe o se dañe.
La única condición que traerá consigo la iSIM es que el dispositivo en el que vaya integrada debe ser compatible.
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